No sin mi postre

Miércoles 24 de junio. ¿Que por qué estoy gordo? ¡Qué pregunta! Es obvio. Estoy gordo porque no me gusta el deporte ni por televisión. No me gusta sudar, no me gustan las acelgas y no me gusta correr ni aun teniendo prisa. Creo que la vida hay que tomársela con calma y que nada que requiera una carrera merece la pena.

Adoro los postres. Y no me refiero a Monica Bellucci, que también. Me refiero a postres como unas natillas, un arroz con leche, una tarta de manzana, pastelillos, chocolate… No me fío de aquellos que terminan de comer y dicen que no les apetece algo dulce, ni de esos que se conforman con un café solo sin nada que mojar en él. Me parece gente sospechosa de los peores crímenes. Y vale que a esta vida hemos venido a sufrir, pero no tanto. Sé perfectamente lo que me engorda y sé que si prescindo de eso puedo llegar a ser una persona `casi normal´. Pero quién quiere vivir así. Prefiero morir de pie a vivir arrodillado. Os estaréis preguntando que a qué viene todo esto, que qué le pasa al tío plasta este. Pues pasa que ayer me jalé un brownie y un trozo de tarta de queso. O sea, que he sido lo que se dice una perra mala.