La sombra del baobab no es alargada

alfredMartes 7 de julio. Hoy no hay mucho que contar. Únicamente que al salir de paseo me da por fijarme en las chorradas que tengo más a mano. Cuando el sol me da por detrás (y disculpad la vulgaridad) proyecta una sombra que, por mucho que me duela, no es la del ciprés. ¡Ay, don Miguel, cuánto se le echa a usted de menos!

Mi silueta botijera intenta alargarse sobre el suelo con escaso éxito. Y esta es una de las cosas que tienen que cambiar. Ojalá algún día mi sombra sea como la del ciprés y no como la del baobab. Aunque para eso aún me quedan muchos sudores que padecer, muchos kilómetros que recorrer y muchas pedaladas que dar. Ojalá algún día pueda decir que no soy ni sombra de lo que he sido. De lo gordo que he sido, entiéndase.

13 comentarios en “La sombra del baobab no es alargada

  1. Curvitas

    Casualidades o manías: cada vez (sin excepción) que veo un ciprés, repito «La sombra del ciprés es alargada». Decías que parezco otra y es cierto, lo parezco, pero en esencia soy la misma; tú también, así que recupera el ánimo que perdiste al ganar esos tres kilos. No excuses!

    Me gusta

    Responder

Deja un comentario