Un año a plan

El gran lebowski cinemelodic personajes 1

Miércoles 18 de mayo. Al tiempo que echo la vista atrás y pienso por qué me metí en este fregao, me da por recordar una anécdota de la infancia: el día en que un amigo mío atrapó un saltamontes, lo metió en un tarro de cristal y volvió con una lupa para achicharrarlo. El bicho permaneció inmóvil a pesar de la tortura, mirándonos con sus ojos imposibles, y entonces fue cuando decidí liberarlo de su fatal desenlace para cabreo de mi compañero de juegos, con el que acabé enzarzado a puñetazos. Nos dimos una paliza de campeonato. Tendría yo unos once años.

Si cuento esto es porque pienso que aquel saltamontes en el tarro de cristal ilustra el modo en que las personas dejamos que ciertas cosas a las que estamos acostumbrados duren muchísimo tiempo, sin darnos cuenta de que son precisamente esas cosas a las que estamos habituados las que nos están matando. Hace un año yo no quise quemarme, no quise ser un saltamontes en un tarro de cristal, no quise que mi vida se convirtiera en una huida hacia adelante donde la mala suerte me arrinconara. Comprendí que yo también hubiera recibido el rayo abrasador de la lupa hasta el mismo momento en que ya no hubiera podido moverme por mucho que lo hubiera necesitado. Por eso me rebelé contra las circunstancias y torcí el curso de unos acontecimientos que me hubieran conducido a la obesidad mórbida.

Hace justo un año yo pesaba 88.4, era obeso y comenzaba el gran reto. El balance de estos doce meses son 11 kilos 700 gramos menos (76.7) y otros tantos de tonterías e inseguridades. Ahora mucha gente se apuntará a la operación bikini para lucir palmito playero… el año que viene. Porque así son las cosas, van poco a poco sin que a tus grasas les importe una higa el calendario. La suerte es que yo este verano podré disfrutarlo un poco más con mi nueva imagen. Y eso que aún me sobra un saco de adipocitos hasta alcanzar mi normopeso. Porque ya os adelanto que queda mucha lucha por delante, muchos retos por superar y perder de vista para siempre. Y supongo que eso me llevará otro puñetero año. Pero no importa. El éxito es el único fracaso que se puede permitir un tipo como yo.

14 comentarios en “Un año a plan

  1. Ceci

    Hola!!!
    Yo creo que no hay que pensar en cuestión de tiempo, porque creo que este cambio es para siempre. En la nueva nutri que estoy yendo nos estan enseñando e insistiendo en que el proceso es aprender a comer, para poder mantenerlo en el tiempo, un habito saludable que nos permita disfrutar de nuestro cuerpo pero también de la comida!

    Adelante y felicitaciones por ese monton de kilos menos!!!

    Besoo

    Me gusta

    Responder
  2. Lady Cúrcuma

    Hombre, exagerado de 88 kgr a obesidad mórbida va un paso bastante grande, pero vaya súper! esa casi docena de kilos perdidos es un logro importante, no sólo de pérdida de peso, también de ganancia de voluntad y otras muchas cosas. Enhorabuena y a seguir!

    Me gusta

    Responder
  3. Javi

    Como le decía Walter a Donnie: «¡Donnie no estás en tu elemento!». Bueno pues indudablemente después de todo ese bagaje a tus espaldas nadie te puede decir lo mismo. Aunque sí te diré ¡Sigue así Nota! ; )

    Me gusta

    Responder
  4. Amelia

    88 pesaba yo hace un mes y de ahí a obesidad mórbida… bueno, bueno. De todos modos, está genial esa pérdida de peso lenta y constante, seguro que será definitiva. Muy requetebién, así se hace y olé.

    Besotes.

    Me gusta

    Responder
    1. Un gordo cualquiera Autor

      Vaaaaaaale, reconozco que exageré un pelín, pero puedes creerme si te digo que si no me hubiera puesto a dieta hoy sería el día de haber visto tres dígitos en la báscula. Yo enseguida me disparo. Ya pesé una vez 101 kilos, mi máximo peso, y no quiero volver a pasar por ahí. Sólo de pensarlo tiemblo :/

      Me gusta

      Responder
  5. Pili

    Di que sí, 88 kg son muchos si no mides más de 1,70 m. A los bajitos se nos nota más cada quilo que engordamos y cada kg que perdemos.
    Me gusta mucho como has explicado la tortura del saltamontes. Seguro que ayudas a muchas personas con tu blog, es fantástico.
    Un abrazo y a por esos 10 kg que te sobran.

    Me gusta

    Responder
    1. Un gordo cualquiera Autor

      Celebro que te gustara la anécdota del saltamontes, Pili, a mí me parece muy ilustrativa. No sé si este blog ayuda a alguien, eso quizá sea demasiado pretencioso, yo me conformo con hacer lo que creo que debo hacer conmigo mismo, que no es otra cosa que dar testimonio de mi camino en la lucha contra los kilos. De forma egoísta esta bitácora me sirve para no tirar la toalla, para que la presencia de notarios que certificaran mi hipotético fracaso me disuada de abandonar.

      Me gusta

      Responder
  6. Poli Impelli

    Hola, Rafi!
    Creo que cuando nos proponemos objetivos para querernos más, todo es valioso. Detrás de este reto hay voluntad, valentía, decisión y optimismo. Son virtudes necesarias para encarar cualquier meta, cualquier propósito. Querer no es todo; se necesita un alma llena de coraje, y en ese camino estás tú. Los kilos perdidos son el resultado de estas virtudes, son la prueba empírica de tus logros. Y la alimentación (y la calidad con la que abastecemos nuestro cuerpo) es la gasolina que nos mantiene vivos y sanos. Es una cuestión de salud y de amor propio, más que de estética (aunque siempre nos anima vernos mejor por fuera también).
    El hecho de compartir nuestros propósitos nos da ánimo, y porque errar es humano -y comer divino- siempre podemos volver atrás; lo importante es que sea para tomar envión y volver a empezar.
    Te animo a seguir simplemente por ti, por ese desafío personal y capacidad inmensa que tenemos todos para lograr lo que realmente deseamos.
    Si hay gente que sepa leer entre líneas comprenderá quién está detrás de este reto. Creo que allí reside tu fuerza 😉
    Abrazo infinito desde Argentina.
    Poli. 🙂

    Me gusta

    Responder
    1. Un gordo cualquiera Autor

      Muy generosas tus palabras, Poli. Muchísimas gracias : ) Lo cierto es que sí, que este reto tiene que ver fundamentalmente con quererse uno mismo, ése y no otro ha de ser el motor. En un año a plan he pasado por muchos momentos, algunos muy malos… pero aquí estoy, es más de lo que podía soñar en su día. Cada día me invento la fuerza, la pinto si es necesario, ya no puedo volver atrás cuando he llegado hasta aquí. Y aunque a veces siento que el reto va a poder conmigo, que va a desbordarme, luego me da por pensar que a esto he venido, que qué diablos, que esto formaba parte del plan. No pain, no gain, ya sabes 😉

      Le gusta a 1 persona

      Responder
      1. Poli Impelli

        Sonrío al leerte, deseándote que sigas con la misma fuerza y valentía. Tú puedes, todos podemos. Un gran autor de mi país solía decir: «Detrás de un no puedo hay un no quiero». Salir del victimismo para hacernos protagonistas no es fácil, pero siempre tendrá su recompensa. En esos días en que te desbordas y el ánimo decae, vuelve a creer en ti. Y en que eres el protagonista principal de tu vida. NADIE lo hará por ti, nadie está en tu pellejo. Eso es lo más maravilloso, que tú escribes tu historia. ¿Cómo la quieres? ¿Qué deseas alcanzar o lograr? Pues eso… ¡a por ello! 🙂
        No pain, no gain… it´s true! Pero disfruta. Disfruta de tu aprendizaje. Esto es para la vida. Insisto: kilos de más, dejar cualquier mal hábito, estudiar, cambiar de trabajos, de lugares para vivir, desafíos… Cualquier desafío ya es aprendizaje. Tal vez, te has involucrado en esa realidad para aprender algo. Todos lo hacemos inconscientemente. A ti te tocaron los kilos. Te recuerdo que TODOS estamos luchando con algo, o intentando superarnos en algún aspecto que deseamos modificar. No estás solo, jamás lo estarás. Quien se crea perfecto que se mire a un espejo (adentro, bien adentro). Estamos en ello, somos eso: una hermosa imperfección.
        Más abrazos y ánimo! 🙂

        Me gusta

Replica a Un gordo cualquiera Cancelar la respuesta